sábado, 10 de noviembre de 2007

El Alamut

Hola otra vez!

En esta ocasión, voy a contarles mi opinión acerca de otra novela histórica: "El Alamut", de Vladimir Bartol, en 1938.

En la misma se narran los hechos de como Hassan Ibn Sabbah, un profeta al mando de una secta musulmana, gesta una revolución contra el imperio Turco que domina Irán. Para ello, ha montado el foco de su resistencia en una antigua fortaleza llamada Alamut, desde donde guía a la manera de un mesías a sus seguidores, adeptos del credo Ismaelita.

El libro comienza a su vez siguiendo a dos jóvenes, una niña y un muchacho apenas salido de la adolescencia, que llegan de forma separada a la misteriosa fortaleza. Durante todo el comienzo del libro, se describe la vida en Alamut, teñida de un punto de vista casi fantástico, en la medida en la que los jovenes protagonistas se ven inmersos en un ambiente fuera de serie para la época. A la primera, se le concede la gracia de vivir en unos jardines paradisíacos, mientras que el otro se consagra como fedayin (un guerrero santo no muy distinto de los extremistas islámicos de nuestra época); a ambos se les brinda una educación amplia cubriendo el corán, las artes, y diversas ciencias, con el fin de volverlos útiles para la causa Ismaelita.

Ya hacia la mitad del libro, se le comienza a prestar mas atención a las acciones de Hassan y sus colaboradores, contrastando fuertemente en tono con la primer parte del libro, tanto por el punto de vista de los personajes, como por la trama, que se vuelca en la lucha contra el sultán enemigo.

Abundante en personajes profundos y ricos, cuyas emociones matizan el sentido de la narración, y lleno de discusiones complejas pero atrapantes, el libro desnuda la crueldad humana al igual que su ceguera, y como el miedo y la mentira se constituyen en armas mas fuertes que cualquier ejército u organización humana.

Con estos y varios elementos más, el autor se permite plantear de manera ambiciosa y cruel algunas preguntas universales acerca del hombre, el universo y la verdad, en una alegoría que creo que apuntaba a criticar los régimenes fascistas y totalitarios de la época previa a la segunda guerra mundial, cuyos pecados se siguen repitiendo hoy en día.

Como comentario final, me gustó y conmovió mucho a pesar de la crudeza con que aborda ciertos temas. Ahora que lo he leído, creo ver su influencia extendida a lo largo de las obras de otros autores; notablemente, muchos elementos de "el Alamut" se manifiestan en uno de mis libros favoritos, la saga de Dune por Frank Herbert. Ambos, ampliamente recomendables.






"Nada es verdadero, todo está permitido"